¿Alguna vez se pusieron a ver despegar aviones?
¿Y alguna vez que vieron despegar un avión lo vieron pegar la vuelta y aterrizar de nuevo?
Si fueramos pilotos de avión, para despegar necesitaríamos llevar a cabo el siguiente proceso:
Una vez alineado el avión en la pista y sin necesidad de detenerlo, se pone potencia tratando de acelerar uniformemente ambos motores y verificando que al pasar por 70% de N1 (o 1.1 de EPR), ambos estén desarrollando potencia en forma uniforme, empujando las palancas de potencia hasta alcanzar el valor calculado para el empuje de despegue.
Al pasar aproximadamente por 70% de N1 de potencia, se presiona el botón N1 en el MCP (Mode Control Panel) con lo que se activa el sistema de auto/throttle.
Durante la carrera de despegue, el piloto que va operando se concentra en mantener el control del avión y ocasionalmente hace un chequeo rápido de las marcaciones de los motores y de la velocidad, mientras tanto el piloto monitoreando o PM se preocupa por verificar que la potencia alcance el valor calculado, que el ajuste de potencia sea simétrico en ambos motores y mantiene constante monitoreo de las marcaciones de los instrumentos de los motores a fin de detectar en forma temprana cualquier anomalía posible. Igualmente al pasar a través de 80 nudos de velocidad indicada, el PM deberá realizar un chequeo cruzado de los velocímetros a fin de comprobar que efectivamente todos están marcando de forma pareja y adecuada. En este punto deberá también verificar que la indicación en las pantallas EADI hayan cambiado de “N1” a “THR HLD” que significa “Throttle Hold”. El PM dirá entonces en voz alta “80 knots, throttle hold” a lo que el PF deberá responder con un “CHECK” luego de haber brevemente realizado su respectivo chequeo cruzado de estas indicaciones en sus instrumentos.
El próximo call-out del PM será el de “V1” .
En este punto el PF inicia la rotación de la nave, halando en forma pausada y continuada el bastón de mando o cabrilla o caña o control joke, sidestick, etc. a fin de obtener una rotación aproximada de 3 grados por segundo hasta alcanzar la actitud de despegue, que para el caso de un despegue normal es de un pitch de 15 grados nariz arriba.
Al llegar a los 15 pies sobre la pista termina la fase de despegue y se inicia la fase de ascenso inicial, la misma que consta de 4 sub-fases y que se inicia justamente a los 15 pies de altitud, con flaps de despegue, potencia de despegue y tren de aterrizaje todavía extendido.
Es extremadamente difícil que después de hacer todo ese despelote el piloto diga: “Mmm…naaa…no sé si de verdad quiero volar…mejor vuelvo” y pegue la vuelta y aterrice de nuevo.
Cuando los aviones despegan no lo hacen para volver a aterrizar. Lo hacen para irse a la mierda. Por lo tanto por más que quienes estén mirando el despegue o los mismos pasajeros deseen con todas sus fuerzas que el avión regrese, no lo van a lograr. Y por más que cualquiera le suplique a los pilotos que peguen la vuelta, estos no le van a dar ni cinco de pelota.
De la misma forma que un avión no despega para aterrizar nuevamente, una novia que nos deja no lo hace para volver. Nos deja para dejarnos. Lo tiene bien pesado, madurado y planeado y sin ninguna “Confusión” mediante.
Por lo tanto esas repetidas frases “Yo quiero que vuelva”, “¿cuándo va a volver?”, “Ella se va a dar cuenta, se va a arrepentir y va a regresar”, son magnificas para componer canciones, pero en la vida real no tiene mucho sustento.
Ahora bien…así como los aviones poseen un compartimiento en su parte de abajo llamado “Sistema de aterrizaje” que se maneja desde la cabina (o cerebro del avión), las mujeres también poseen otro compartimento ahí abajo llamado “Sistema de conchudaje” que repercute en su sistema cerebral.
Este sistema de conchudaje es lo que hace que una mujer al “despegar” de su novio sienta la necesidad de saber que éste sigue estando en su poder para poder volar tranquila.
Las demostraciones de amor de dicho novio (ahora ex), así como sus suplicas e insistencias de regreso, le facilitan el vuelo, de la misma manera que lo hace la permanencia en las cercanías como “amigo” o con un nuevo tipo de relación “sin compromisos”.
Los aviones no regresan “a pedido” de nadie.
Las mujeres tampoco.
Los aviones siempre que despegan lo hacen con el objetivo pre-programado de aterrizar en otro aeropuerto.
Las mujeres también.
3 Comentarios
Andres
Exelente, al iniciar a leer solo interpretaba y pensaba sobre que chevere conocer como funciona el despegue del avión, entrando más en el tema ví fluir algo que me llamo la atención y fue mi ruptura, y fue donde comprendí 7 meses después que esa persona tiene el tren de aterrizaje por qué se siente segura y si decidió despegar su avión fue para aterrizar en otro sitio con una nueva experiencia.
Marck
Buena analogía, la verdad y crudeza contundente es lo mejor para quienes no terminan de aceptar una ruptura.
Richard
El inconveniente de volar, es que el en el cielo deambulan las tormentas…