Muchos habrán escuchado hablar del famoso juego de mesa TEG (Técnica y Estrategia de Guerra).

Algunos tal vez no tan jóvenes posiblemente hayan pasado largas tardes o noches jugándolo con amigos.

Para los que no, les cuento que se trata de un juego de estrategia de guerra en el que distintos ejércitos tienen que cumplir determinados objetivos preasignados en unas tarjetas que se reparten una a cada participante y que solamente el jugador que la posee puede ver.

Así es como el ejercito rojo puede tener como objetivo “Ocupar Asia y dos países de América del sur” y el ejercito verde puede tener que “Ocupar Oceanía, América del norte y dos países de Europa” para poder ganar el juego.

Algo similar pasa en las relaciones de pareja. Cada participante tiene un objetivo, que no siempre es el mismo.

Carlitos puede tener el objetivo de “enamorar a Verónica, tener una relación seria con ella y luego formar una familia” mientras que la tarjeta de objetivo de Verónica dice “Volver con mi ex o enganchar un millonario sin estar nunca sola”.

Es así como Carlitos desarrolla toda su estrategia basándose en tener a Verónica como pareja estable y definitiva, mientras ella está en la búsqueda de su ex, o de alguien que le de lujos y seguridad económica y mientras tanto lo mantiene a Carlitos enamorado y pendiente para usarlo como comodín y así poder cumplir el tercer objetivo “nunca estar sola”.

Para eso basa su estrategia en enviarle confusos mensajes de amor a Carlitos y así mantenerlo pendiente y dominado mientras continúa su juego para lograr los primeros dos objetivos.

Cada tanto lo atrae para que no se aleje, pero cuando se instala demasiado lo aleja con frases tales como “Te amo pero ahora no estoy lista para una relación seria” o “Sos el hombre de mi vida pero ahora necesito un tiempo” etc.

Como el objetivo de Carlitos es estar con ella para siempre, acepta todas las condiciones de Verónica con tal de no perderla.

¿Quién creen que va a ganar ese juego?

Y…la verdad es que lo más probable es que lo gane ella. Porque para peor, en el TEG del amor, algunos participantes creen que el objetivo del otro es el mismo que tienen ellos. Por lo tanto no comprenden por que sus parejas hacen lo que hacen o dicen lo que dicen.

Carlitos entonces se pregunta:

“¿Cómo puede ser que si me ama se quiera alejar de mí?”

‘¿Por qué si me dejó me sigue enviando mensajes?”

No se da cuenta que el objetivo de ella es otro y que sus acciones hacia él son parte de la estrategia para “nunca estar sola” y tenerlo como back up por si el ex novio con el que acaba de empezar algo la deja de nuevo o si el millonario al que tiene prácticamente seducido no deja a su esposa por ella.

¿Qué posibilidades tiene Carlitos de ganar este juego?

Prácticamente ninguna.

A menos que cambie su tarjeta de objetivo por otra que diga “Dejar las relaciones enfermizas y ser feliz”.

Y cuidado, porque algunas tarjetas de objetivos del TEG dicen claramente “Destruir al ejército rojo”.

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