Ayer me encontré con una persona a la que había ayudado unos años atrás. En ese momento él estaba pasando por una separación muy difícil, muy angustiante, posiblemente similar al que muchos de los que estén leyendo esto estén atravesando hoy.

Me contó entonces como siguieron las cosas y realmente me alegré mucho de escucharlo. Siempre digo que si uno hace las cosas bien sólo hay solo dos destinos posibles: Recuperarla o recuperarnos.

Le pregunté si aceptaría escribirme brevemente su historia para utilizarla como testimonio para ayudar a personas que están viviendo lo que él vivió en su momento.  Inmediatamente aceptó feliz de poder aportar su granito de arena en esta causa de rescatar personas de las arenas movedizas del dolor por un desamor.

Hoy mismo recibí su testimonio por mail y aquí lo comparto con ustedes. Que lo disfruten:

“Allá por octubre del 99, un fin de semana largo, al pedo y aburrido insistí a un amigo para salir de caravana. Y así fuimos a un boliche de moda en aquella época que ya no existe. Seríamos 10 como mucho, y mi amigo insiste en que le haga la segunda con una mina que estaba con su amiga. Nobleza obliga y rumbo a la caza salí encarador. La minita que le gustaba a mi compañero un caramelo, la que yo me tuve que encarar, maso… al menos eso parecía con poca luz. Simpáticas las dos, bailamos toda la noche. 

Y ahí empezó la cosa. Me enganché con la morocha… al verla de día, en siguientes encuentros, me di cuenta que tenía un lomazo, y de carita hermosa, pelo corto negro, buena, humilde, etc. Todo lo que buscamos de una mujer, ella lo tenía. Tres años de novios, mucho amor, hasta que en el 2002, un 7 de diciembre nos casamos. Algunos problemitas de convivencia empezaron a mostrar la punta del iceberg. Pero la cosa siguió, ciego y negador, le daba para delante creyendo que todo se puede arreglar, y en el 2005, fruto de su obsesión, llegó nuestro primer hijo. Y la cosa barranca abajo… quilombo tras quilombo, y yo seguía ciego. 

Hasta que en el 2009 llegó nuestra segunda hija… ya con dos hijos, muy mala relación, ella no se ocupaba de nada, ni la comida, ni la casa, ni de sus hijos, solo salía a “caminar”, o se iba a “jugar al tenis”, o “reunión del colegio” o lo que era más notorio, al “kinesiólogo”. Y uno creyendo que era esa piba de barrio inocente, maestra jardinera, buenaza, adivinen qué?  Si… se garchaba al kinesiólogo, y al compañerito del laburo, y vaya uno a saber a cuántos más. Cuando se destapó la olla, ahí empezó la cosa, o terminó.

Desbastado, en crisis, después de haber escuchado de su propia boca reconocer las patinadas, pensé que me había llegado la hora, que me iba a morir, se me había terminado el mundo. Taquicardia, insomnio, depresión, hemorroides, falta de apetito, perdí 10kg en un mes, esperaba que la muerte me pase a buscar. Lo único que hacía era llorar todo el día. Casi pierdo el laburo y todas las desgracias que se puedan imaginar, me estaban pasando a mí. Súmenle que un mes antes de mi separación, perdí a mi viejo. Todas juntas, y a esa yegua que era mi mujer, no le importó una mierda más que su vida.

Gracias a mis amigos y flía, pude ir saliendo a fuerza antidepresivos, ansiolíticos, terapia, psicólogos y psiquiatras. Y de tanto buscar soluciones mágicas en la web, leí un par de cosas de Fabio, y me enganché con sus libros. Hasta que decidí pedirle ayuda. En la primera entrevista me las cantó en la cara, fuerte pero efectivo. Así fue entonces cuando por propia voluntad decidí abandonar toda terapia y fármaco que me estaba envenenado, y en mi cumpleaños número  35 volví a empezar. 

Con la casa y el corazón vacíos, a remarla y darle para delante. Empecé a salir con mis amigos, y a descubrir que todavía seguía en carrera, que un padre separado con dos pibes, calienta más que un stripper, y garpa para levantar minas. Y con mucha sorpresa, me di cuenta de todo el tiempo que había perdido llorando a una hija de puta que no valía la pena. Mujer tras mujer fueron pasando, una más linda que otra y me daba el lujo de elegir la que me gustaba y decidir yo cuándo cortarlas. Un poco intolerante y resentido fui disfrutando de mi soltería, y les voy a contar un secreto, mujeres sobran, lo que faltan son hombres con huevos para encarar, como caballeros y de frente, nada face, whatsapp, tinder, badoo y toda esa mierda. 

Hasta que me llegó la hora. Un domingo, haciendo las compras cual jubilada, me avisa un amigo que estaba con un par de minitas. Salí a la caza nuevamente, en bermudas y ojotas. Y desde afuera la vi. Rubia, ojos verdes, joven… me siento al lado y a laburar. Al mes estábamos saliendo, súper enamorados, y pensando en futuro, hoy llevo casi 14 meses juntos, uno de convivencia y el amor sigue creciendo. Algo que nunca me hubiese pasado si me quedaba en casa llorando a una mina que se cagó en mí.

Muchachos, se puede, y es maravilloso volver a empezar, con experiencia y la cabeza fría.

Pablo”

 

Gracias Pablo por permitirme compartir tu historia.

 

¡VAMOS QUE SE PUEDE!

3 Comentarios

  • Galford78

    Historia calcada como me siento ahora. Sé que el momento de estar bien será en cualquier día porque decidí estar bien algún día. Pero mientras tanto, hay que seguir con el “Vamo Nene”. Linda historia de superación. Ya me tocará eso y ya te tocará a vos. Un abrazo a ambos .

  • Jaime

    Hay algo en este historia y es que el insiste en seguir buscando validación femenina , no lo dice , pero para sentirse feliz debe estar con una mujer al lado y si es así se la pasará de fracaso en fracaso porque lo primero que debe hacer en mi opinión es, aprender a vivir consigo mismo, disfrutar de su soledad. No dejarse llevar por el pelo amarillo o los ojos verdes. Roguemos porque no le vuelva a pasar lo mismo a este amigo de la historia. Cómo hombre debemos ser libres independients y disfrutar de los placeres de la vida aprender de las experiencias pasadas para que no nos vuelva a suceder lo mismo. Lo más importante es ser feliz con o sin mujer al Aldo, en esta vida todo es temporal y la única que va estar contigo es tu madre y tu soledad por ello es importante ser feliz y aprender a convivir con ella evitando depender de alguien para que nos haga sentir totalmente feliz. Saludos Fabio 🙌

Deja un comentario