Marcelo se puso a dieta.  Y sí… era hora. Tenía como 15 kilos de más que ya no solo eran un problema estético.

Su ropa no le entraba, no encontraba prendas de su talle en la mayoría de los negocios, no podía jugar un partido de fútbol, ni se podía atar los cordones y respirar al mismo tiempo. Era hora de hacer algo.

Marcelo se anotó entonces en un instituto de nutrición en donde le enseñaron que acciones debía llevar a cabo para perder peso. Por supuesto que la principal tarea era bajar la cantidad de calorías ingeridas por día en las comidas.

Basta de pizza, de pan, de pastas, de postres. Basta de chocolate, de los kilos de helado, de los asados mortales, de las picadas.

Iba a ser difícil llevar adelante la dieta, pero el beneficio a obtener era grande. El objetivo era recuperar su estado físico. Eso era lo que más le importaba, por lo tanto se decidió a arrancar con toda la fuerza y la fe, absolutamente convencido de que el método aprendido para bajar de peso daría resultado.

 

Dos meses más tarde me volví a encontrar con Marcelo.

Era el mediodía y decidimos ir a comer algo juntos.

-Mozo –dijo Marcelo- una grande de muzza, dos fainá calientes y una cerveza.

-Y la dieta? -le pregunté.

-Bien, bien…-me respondió-, la estoy haciendo a full, lo que pasa es que a veces es muy difícil… o sea…imaginate…¿cuánto hace que no nos vemos?…¿cuánto hace que no nos comemos juntos una pizza?…

 

Desde que  comenzó la dieta Marcelo había logrado una diferencia de 4 kilos, pero para arriba.

¿Cuál era el problema?

El problema era que Marcelo la dieta la hacía, pero en donde pintaba el morfi, morfaba.

En donde pintaba un asado, se mataba, en donde un amigo le proponía comer una pizza, se comía dos, si algún invitado traía helado…adentro….si la vieja había hecho canelones…y …no se pueden despreciar los canelones de la vieja.

Eso sí…entre comidas se hacia una colación con un yogurcito…y tomaba agua como le habían indicado en el instituto de nutrición. Su dieta entre la hora del almuerzo y la cena era perfecta.  Su convencimiento de que lo que le habían enseñado para bajar de peso era total, pero… llegado el momento “era tan difícil”…

 

Con la manera en la que tenemos que proceder con una ex que nos dejó para recuperarla o recuperarnos, suele pasar lo mismo que le pasó a Marcelo con la dieta:

Sabemos como tenemos que actuar, pero…cuando llega el momento del llamado, cuando llega el momento de poner en práctica lo que sabemos y de lo que estamos convencidos que tenemos que hacer, muchas veces no lo hacemos. ¿Por qué? Y… “porque es tan difícil…”

Podemos entrenar toda la vida para jugar al fútbol, pero si en el momento preciso de patear al arco con fuerza no lo hacemos…

 

Podemos estar a dieta todo el día, pero si a la hora de la cena nos clavamos 3 platos de fideos….

 

Podemos vivir repitiendo “conmigo no se jode”, pero si cuando llega el momento de recibir un “Solo quería que sepas que te extraño” respondemos “Yo también”… si cuando llega el cumpleaños la llamamos… sí cuando nos dice “Encontrémonos, tengo que hablar con vos”, le decimos “Sí, podés ahora?” estamos total y absolutamente fritos.

 

Hay momentos en donde no podemos fallar, porque fallar en esos momentos es lo mismo que fallar en todos.

 

Siempre lo digo: “Si tenés cuatro bolsas de harina buena y la mezclas con una bolsa de harina mala, obtenés cinco bolsas de harina mala”.

 

Equivocarse en el momento preciso, es tirar por la borda todo lo que se haya hecho bien. Es ir en contra de nuestros convencimientos. Es volver atrás. Que digo atrás, es volver más atrás de donde estábamos.

 

Sabemos de memoria lo que es un testeo. Si caemos en la trampa porque “es muy difícil”, entonces lo que no tenemos es pelotas.

 

¡¡¡CLARO QUE ES DIFICIL!!!  ¿QUIEN DIJO QUE ERA FACIL?

 

Pero más fácil es para ella separarse de vos sabiendo que al primer llamadito tienen la confirmación de que te sigue teniendo. Con solo mandar un mensaje que diga “Hola…¿Cómo estás?” sabe gracias a tu “Bien ¿y vos?” que seguís muerto.

Ningún “¿y vos?”. La respuesta era “Bien” a secas.  A lo sumo un “Bien ¿por?”

Y lo sabías. Lo sabías perfectamente.  Pero tuviste menos pelotas que Marcelo ante la grande de muzza.

 

Cuando te dijo “Encontrémonos a hablar” se te cayeron los pantalones y con tu “Bueno…cuándo podés?” tiraste a la mierda tal vez 10 días de hacer las cosas bien, en donde ella empezó a sentir que de verdad te estaba perdiendo y no le empezó a gustar ni medio. Y con solo saber que estabas ya saliendo corriendo a verla para ver que carajo te tenía que decir, ya se quedó tranquila de nuevo. Hasta lo más probable es que ya no necesite verte.

 

La dieta hay que hacerla también a la hora del almuerzo y de la cena.

 

La dignidad, el amor propio, hay que mostrarlo “fundamentalmente” en esos momentos en que nos testea y “nos resulta difícil”.

Porque ella llama o mensajea justamente para eso: Para chequear que pasa con nosotros y comprobar que ahí nos tiene pendientes de ella.

Y sabemos perfectamente que es lo que tenemos que demostrarle.

No hagamos lo contrario JUSTO EN ESE MOMENTO!!!

 

 

¡¡¡VAMOOO NENEEEE!!!

4 Comentarios

  • Jaime Luis

    Desde el primer momento en que la mina me pidio ” tiempo” por mensajes en menos de dos meses tan pronto que es lo que mas me sorprendio. aplique todo lo aprendido que predica el señor Fabio fusaro en sus libros ,antes de que me pasara esto ya yo tenia el conocimiento instalado gracias a una mala experiencia de años atras, encontre a fabio y fue como una luz al final del tunel en donde dije, (esto no me va a volver a suceder) y en esta nueva relación ejecute todo lo aprendido, nunca debemos olvidar lo que nos hizo ganar y cual fue el resultado? en menos de un mes la mina estaba loca por regresar aveces tenia que apagar el telefono para que me dejara en paz porque no decia nada concreto solo romper los huevos con testeos ya conocidos. hola como estas? quiero saber de ti, te extraño, llamadas perdidas y un sin fin de cosas en donde tuve que apretarme los huevos para no responder sabia que si me testeaba era para saber que seguia alli disponible, pendiente , pero en ningun lado decia la palabra “volver” hasta que un dia me sorprendio con ( quiero volver contigo jamas debi pedirte ese tiempo no quiero perderte eres el hombre de mi vida quiero que volvamos a estar juntos. Le hice el regreso dificil para que no tuviera mas ganas de volver a faltarme el respeto. y es como un codigo que las hace actuar de igual forma lo importante es que se como actuar , por ningun punto de vista buscar a alguien despues de un tiempo que te manifesto la intencion de alejarse de tu vida buscarla? seria un atentado contra la dignidad y el amor propio si no tenemos esas dos cosas no lograremos absolutamente nada. saludos fabio y gracias por seguir subiendo material nuevo en este nuevo foro

  • Sergio Baro Lesca

    Fabio sí hubiera leído tu libro entero y tomado en serio las enseñanzas, no estaría pasando por lo que estoy padeciendo, y lo merezcó!! Ahora a aprender y no volver a tropezar con la misma piedra. Abrazo y Gracias MAESTRO!

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