La fiesta estuvo espectacular. Música, minas, morfi y sobre todo “chupi” a morir.

Una noche de las mejores. De esas que sentimos que las tenemos que aprovechar al máximo. Y como el alcohol es bueno y gratis le dimos como si se fuera a acabar.

Pero a madrugada la fiesta se fue yendo por fade out y por mas que insistiéramos en seguir bailando, el disk jockey embaló sus cosas y se tomó el buque.
Tratamos de seguirla en otro lado, pero no hubo quórum…además ya no era lo mismo. Y con un tremendo pedo que casi no nos permitía hablar con coherencia, nos fuimos a dormir.

Ay mamá…al otro día…
La habitación se movía, la cabeza se partía en doscientos pedazos como si nos estuviera cayendo granizo del tamaño de pelotas de tenis en la frente.

El estómago se daba vuelta pero el vomito por algún extraño motivo no quería salir.

Y en esos momentos por más cambio de posición que busquemos en la cama, por más paño frío en la frente y por más dedo que nos metamos hasta la laringe buscando sacar un poco de toxinas para afuera, el malestar no aflojaba ni un poco.

Cuando estábamos borrachos no sólo no nos sentíamos mal sino que teníamos una sensación de alegría y bienestar. Pero ahora todo es malestar y caos.

¿Sería una solución volver a tomar whisky, vodka o fernet para volver al estado anterior?
Creo que a ninguna persona coherente se le ocurriría.

Con las situaciones de dolor provocado por una ruptura amorosa suele suceder lo mismo.

Vivimos una etapa de euforia, de alegría, de emoción, pero…si nos hemos topado con la persona equivocada, si fuimos victimas tal vez de una manipulación para obtener x beneficios, si fuimos usados para olvidar a un ex novio que reapareció o si el enamoramiento que la otra persona nos expresaba era una sanata y se fue a volar con el primero pelotudo que le gustó un poco más, vamos a tener un sentimiento muy fuerte de angustia, de dolor, de confusión y de necesidad de alivio.

Y lo primero que se nos ocurre para aliviar ese malestar es regresar a la relación perdida, sin tener en cuenta que la relación perdida es justamente la causa de todo ese dolor, de la misma forma que el alcohol fue el causante de la resaca.

En ambos casos, la solución no está en el pasado, sino que está en el futuro.

No queda otra alternativa que soportar el dolor hasta que se vaya. No se puede volver atrás. Sólo se puede ir hacia adelante. El alcohol en cantidades desmedidas siempre te va a producir ese estado deplorable. Volver con una persona que no es buena, que no sentía lo que decía sentir y que dejó a las claras que no era algo positivo en tu vida, en ningún caso es la solución a ese dolor sino que lo extendería en el tiempo o en el mejor de los casos lo postergaría para que vuelva y con más intensidad en el próximo engaño o abandono.

¿La pasaste bien en la fiesta? Ok, quedate con eso. Y recordá para la próxima que si no prestás atención a las primeras señales de mareo que te da el alcohol, te puede volver a pasar lo mismo.
¿Quién no se emborrachó alguna vez y al día siguiente se sintió un trapo de piso?
¿Quién no sufrió por una persona que terminó siendo muy diferente a lo que creíamos que era?
Bienvenido al club querido amigo!!!  Pero mantenete alejado de las botellas, porque volver a emborracharte para dejar de sentirte mal no es una opción.

2 Comentarios

  • Fernando Acevedo

    Hola,
    Te cuento mi historia, mi novia y yo llevábamos 4 años, yo me aleje un poco en los últimos meses por que estaba creando una empresa, ella se sentía sola y alguien del gimnasio le empezó hablar, al cabo que ella decidió terminar la relación y seguir con el, lo cierto es que yo sigo muy enamorado de ella y quiero regresar con ella, no se si se pueda recuperar.

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